Hola a todos y bienvenidos a mi blog

Hola a todos. Con este blog voy a intentar ayudar a todos aquellos y aquellas que estáis aprendiendo español a hablarlo con más soltura mientras que aprendéis algunas recetas de cocina típicamente españolas. Son recetas que aprendí de mi abuela Lucía y mi madre María Luisa. Dos madrileñas muy "castizas" y con gran personalidad. Este blog también es un homenaje hacia ellas.
Serán recetas sencillas, con ingredientes básicos y que hasta el más inexperto podrá cocinarlas y disfrutar de una buena comida. Además ayudaré a cuidar vuestra línea y mejorar vuestra salud con recetas de la dieta mediterránea. Así que... BUEN PROVECHO

domingo, 28 de agosto de 2011

SALSA DE TOMATE



Hola "cocinillas". Bienvenidos a la cocina de Laura. Yo soy Laura y ésta es mi cocina. Hoy vamos a cocinar salsa de tomate, o lo que es lo mismo, tomate frito. Lo primero que haremos, como siempre. es ponernos el delantal (ésto ya estamos acostumbrados a hacerlo cada día, ¿verdad?). Nos ponemos el delantal y nuestro trapo para secarnos las manos.

Utensilios para la salsa de tomate o tomate frito:
- Una cazuela (donde pondremos agua a hervir para escaldar los tomates antes de pelarlos).
- Un rallador.
- Una sartén antiadherente y una cuchara de madera.
- Un chino o pasapurés con un recipiente debajo.

Ingredientes para la salsa de tomate:
- Tomates maduros.
- Un poco de sal.
- Aceite de oliva.
- Media cebolla y un diente de ajo,
- y el toque personal de Laura: un poquito de tomillo.

Tenemos los tomates pelados. La cebolla y el ajo también los hemos pelado y lo que vamos a hacer ahora es rallarlos con ayuda de un rallador. Rallamos primero el ajo y después la cebolla. Y ahora después de rallar el ajo y la cebolla, rallaríamos también en un plato a parte, los tomates. Encendemos el fuego, ésta vez voy a utilizar el fuego pequeño porque quiero que sea una llama muy suave, que si no el tomate se nos quema y se nos pega, y no se hace bien. Así que una llama suave, ponemos la sartén en el fuego y echamos el aceite de oliva. Solamente vamos a echar un chorretoncillo que cubra el fondo de la sartén: así... suficiente. Esperamos a que el aceite se caliente. Hemos añadido la cebolla y el ajo picaditos al aceite y a fuego no muy fuerte, lo vamos dejando que se vaya haciendo bien. Tiene que ser un fuego suave porque lo que queremos es que vaya cogiendo este color blanquecino, pero que no se nos queme, y dentro de un par de minutitos añadiremos nuestros tomates triturados. Para remover, siempre cuchara de madera. Como véis, la cebolla ya tiene un color casi transparente, es el momento de añadir nuestros tomates triturados. Vamos a añadirlos con mucho cuidadito, con su caldito y todo (así, que no quede ni gota en el plato). Bien, echamos todo bien y empezamos a remover. Este es el momento en que yo voy a añadir a este tomate un poquito de sal. Un poquitín, no mucha, ya sabéis que a mí no me gusta cocinar con mucha sal; y mi toque personal que es un poquito de tomillo que le da un sabor muy rico. Muchas personas añaden también una cucharadita de azúcar porque dicen que la salsa de tomate, si no, es un poquito ácida, a mí particularmente no que gusta, así que yo, lo vamos a dejar así  le damos unas vueltas, removemos bien, y ahora sí, mucha paciencia y seguir removiendo durante al menos quince-veinte minutos. (15-20 minutos después...) Bueno nuestra salsa de tomate ya está casi lista. Este es el momento de probarla para ver si (cuidado no os queméis en este momento) para rectificar el punto de sal o de azúcar. Uhmm, ésta está buenísima no necesita ningún retoque. Nada más, apagamos el fuego, y para conseguir una pasta homogénea, lo que haríamos sería: dejarlo enfriar y después pasarlo por el chino.  Bueno, la salsa de tomate ya está fría, sólo tenemos que pasarla por el pasapurés o chino para conseguir que sea una masa homogénea y que no tenga pues ningún resto de cebolla o de ajo que nos pueda resultar un poco desagradable al paladar a la hora de comer.  No hay más que dar unas cuantas vueltas aquí al chino, así, así, así así... como es una poca cantidad pues acabaremos pronto, con la cuchara de madera vamos bajando lo que nos queda, seguimos removiendo, en esta parte de arriba se nos quedará pues todas las pieles e impurezas: las pepitas del tomate... en fin, todo aquello que no nos interesa que esté en nuestra salsa de tomate. Vamos a empujar un poquito más por aquí y por allá y yo creo que ésto está casi, casi listo. Unas vueltecitas más... y bueno, pues ésto ya está terminado. Limpiamos la parte de abajo del chino,  y ésta es nuestra salsa de tomate. Nada más, hasta la próxima y... BON APPETIT

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