Los ingredientes que necesitamos son:
- Medio conejo troceado, con el hígado.
- Dos cebollas grandes.
- Un poquito de sal.
- Un vasito de vino blanco.
- Un vaso de agua.
- Un poco de aceite de oliva.
- Dos dientes de ajo.
- Una hoja de laurel y
- unos granos de pimienta negra.
Encendemos el fuego y lo ponemos no muy fuerte, fuego bajo. Ponemos la cacerola y cubrimos el fondo de la cacerola con un chorrete de aceite de oliva. Solo un poquito que cubra el fondo de la sartén, así. Cuando el aceite está caliente añadimos el ajo que antes habremos partido en láminas grandes y en seguida añadimos el conejo, las tajadas de conejo para que se vaya sofriendo. El hígado, como hemos dicho, también lo echamos y dejamos que se sofría todo durante diez minutos. Bueno, cuando el conejo va cogiendo un poquito de color y los ajos ya están doraditos, ahora añadimos toda la cebolla, que habremos partido en trozos grandes y añadimos también la hoja de laurel, unas bolitas de pimienta negra, un poco de sal, un poquito de sal, nuestro vaso de vino blanco y el vaso de vino (el vaso de agua, perdón). y lo dejamos todo cocer durante media hora. Bueno, a ver, con mucho cuidadito retiramos lo que son las tajadas de conejo. Las tajadas de conejo las dejamos a parte y el hígado y la cebolla lo vamos a pasar con la batidora para hacer la salsa que sea un poco espesa. Mirad "cocinillas" que aspecto más rico tiene esta salsa, eh? es como un puré un poco espesito y tiene el hígado, toda la cebolla, la pimienta el ajo... bueno, pues ésto ya lo servimos con nuestro conejito. Así que nada, con ésto ya me despido de vosotros y como siempre digo BUEN PROVECHO.
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